Uno de los hechos más insólitos de América es la proclamación de los reinos de Araucanía y Patagonia, a cargo del francés Orllie Antoine de Tounens, en 1860.

Nacido el 12 de mayo de 1825 en La Chaise, Dordoña, Orllie Antoine, hijo de hidalgos campesinos, llegó a Coquimbo en 1858. Barbudo, con una melena llena de rizos, vestido de levita, con un sable corto al cinto y cubierto con un poncho mapuche, fascinó al toqui (jefe guerrero de los clanes mapuches) Quilapán, en guerra con los chilenos, y le hablo de la necesidad de "reunir las republicas sudamericanas en una confederación monárquica constitucional". De esta manera los mapuches acabarían con los chilenos.

Quilapán le creyó y obtuvo la autorización de otros jefes indios, y el aventurero francés se vio de pronto con todos los poderes que ambicionaba su reino. nombro a sus colaboradores y ministros, dictó distintas ordenanzas, y el 17 de noviembre de 1860 proclamó la monarquía araucana, cuyo decreto comenzaba "Nos, príncipe Orllie Antoine de Tounens, considerando que la Araucanía no depende de ningún otro estado; que se halla dividida por tribus... decretamos lo que sigue: Art. 1°: Una monarquía constitucional y hereditaria se funda en Araucanía; el príncipe Orllie Antoine de Tounens es designado rey". El art. 3° decía: En tanto se constituyen los cuerpos del estado, las ordenanzas reales tendrán fuerza de ley". Después, "Fecho en Araucanía, el 17 de noviembre de 1860. Firmado: Orllie Antoine I". Refrendaba el decreto real su compatriota F. Desfontaines "ministro secretario de estado del departamento de justicia".

Tres días después incorporó la Patagonia: "Art. 1°: La Patagonia queda reunida desde hoy a nuestro reino de Araucanía, como parte integrante del mismo.

El flamante monarca fue perseguido, procesado y expulsado de América. En Francia pidió ayuda a Napoleón III, quien ni siquiera le atendió, ocupado como estaba en un conflicto con Alemania. Y  Orllie Antoine de Tounens, ya en la miseria murió en Tourtoirac el 19 de septiembre de 1878. Le sucedió entonces un primo suyo, de nombre Gustavo Aquiles Laviarde, quien tomo el nombre de Orllie Antoine II, pero luego, arrepentido de tanta fidelidad a quien lo había nombrado como sucesor en su testamento, se hizo llamar Aquiles I. Desde entonces, lo mismo que el anterior, llevó una vida atareada en París, preocupado para que Europa le reconociera su calidad de rey de Araucanía y Patagonia. Nombro delegados, mando emisarios a todas las cortes, llegó hasta el Vaticano. Perdió el tiempo y el poco dinero de que disponía. Y cuando su ruina fue definitiva comenzó a exhibirse en los restaurantes, donde lo trataban de "Majestad" y le ofrecían una mesa, reservada de antemano, para que pudiera mostrarse a la clientela, que al ver a un rey aumentaba su consumo de los distintos platos del restaurante; pagando así el salario que recibía este rey de cuyos reinos sólo conocía los nombres que le había puesto su antecesor. Para complementar sus ingresos Aquiles I también se presentaba en un cabaret de Montmartre llamado el Gato Negro. En 1902 murió de apoplejía. Y así también desapareció el reino de Araucanía y Patagonia.

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