Como fue el primer concierto de Pedro Frugone

Por: María González de Colocetti

 


No estaba segura si me dejarían escribir todo tal como fue.

Lo que es cierto es que nada sucedió como esperábamos, todo fue muy diferente de lo que hubiéramos planeado, ya viéndolo en perspectiva, esto fue una LOCURA, desde nuestra salida de México

Para empezar, yo no se que se le cruzo en el cerebro de mi querido esposo, el día que decidió participar en un concurso de fans y embarcarnos a todos en la familia.

El estaba tan emocionado de haber ganado que le fallo a su costumbre de llegar tarde a todas partes, y nos hizo llegar con tres horas de anticipación al aeropuerto. 

Estábamos tomando un café en la sala de comidas del aeropuerto, y mi bendito esposo pegado al celular contándole a todos sus amigos que iba a estar en el concierto de Pedro Frugone, parecía un chiquito de 17 años. Mientras que su hermana, que ya no tiene 17 años sino 18, no dejaba de ver a un par de jovencitos que estaban en la mesa de al lado, uno no tanto, después me entere de que tienen 27 y 19 años. Los chicos en cuestión eran de llamar la atención, parecidos como gotas de agua, con sus facciones de muñecos de porcelana, sus ojos de extraño color verde-azul y su ropa muy soft gothic, que hacían que Juliana, la hermana de mi esposo hiciera uso de todas las tretas que una adolescente puede usar para llamar la atención. Entonces el menor de ellos se acerca, y casi pensé que los trucos de Juliana habían funcionado, pero no, el niño nos dice con una voz toda suave y modulada "serán ustedes la familia Colocetti", a nuestra respuesta afirmativa nos dice "hola, soy Markus Reis de Pies sobre arena". Juliana casi se va para atrás en la silla.  Nos habían identificado por el interminable parloteo de Fernando.

Ellos fueron muy diferentes a lo que imaginaba. Pensé que serían medio faroles y fanfarrones como los amigos rockeros de mi esposo, pero nos encontramos con gente muy educada que nos invito un café. Nos contaron que habían ido a despedir a las dos chicas de su grupo que se fueron al concierto "mi hermana y mi novia" nos dijo Ricardo, el mayor de ellos. Ellas salieron en el vuelo de las 9 y nosotros iríamos en el vuelo de las 11. Les pregunte porque ellos no ponen sus fotografías en la red, seguro que con eso más gente entraría, y solo contestaron "la estrella es Pedro no nosotros".

Nos regalaron una cámara desechable para que tomáramos fotos en el concierto, y se despidieron. La impresión que me dieron es que Ricardo es alguien decidido de esa gente que con una mirada dice si algo esta bien o mal, y Markus es alguien extremadamente paciente, aguanto media hora del acoso de Juliana, que pena, casi le pregunta "y tu trabajas o estudias", a su respuesta de estar en la UNAM, Juliana casi lo torpedea como su "yo estoy en comunicaciones, no te he visto, podrías pasarme tu horario, a ver si el próximo semestre tomamos una clase juntos" hasta que el pobre niño le contesta todo apenado "es que no estoy en comunicaciones, estoy en la Facultad de Ciencias, estudio física" . Tal vez medio campus no sea suficiente para ponerlo a salvo de Juliana.     

Llegando a Chile, a mi esposo Fernando se le hacia tarde para recoger sus boletos. Era miércoles 11 de enero, y nos había citado a las 3 de la tarde para tomar almuerzo con las chicas de la web. Mi impresión de los chicos fue buena, pero estas eran mujeres y estaba casi segura de que me esperaba un rato de "es que Pedro es mi súper amigo, y me súper ama, nos hablamos todos los días". Lo que me encontré fue un par de chicas normales, sin nada de lo gótico de los chicos, medio X, de esa gente que no llama mucho la atención, que hablan muy poco de Pedro. Si te dicen que es buena persona, accesible para los fans, que tiene su carácter pero que antes de explotar frente a un fan prefiere retirarse, pero nada de historias de ellas con Pedro, de repente si les sacas una  que otra anécdota, pero solo de Pedro. Les pregunte que porque no contaban más cosas y su respuesta parece grupal "es que nosotros solo somos fans, la estrella es Pedro, no nosotros". Con todo y esa evasión hablaron horas con Fernando, llegue a pensar que los fans tienen cierto grado de empatía entre ellos porque al hablar de su artista pareciera que pueden ser como cómplices y que a veces solo entre ellos se entienden.

En ese rato podría pensarse que ellas casi ni son fans, hasta que te fijas en los detalles, en los dijes y las pulseras grabados con el nombre de Pedro, en las botas bordadas con el PF, y sobre todo en esos bolsos donde les cabe fotos, playeras, memorabilia; en realidad son fans muy dedicados pero parecieran insistir en pasar desapercibidos.

Pero toda esa indolencia se borro cuando les dije que era abogada y que trabajaba en una editora. Esas niñas se saben mejor que yo la Ley de Derechos de Autor.  Me dicen que entraron a un grupo de apoyo para la obtención de leyes de protección a los derechos de autor, porque saben lo que es ser pirateados, y son vehementes al contar como su material es puesto en otras webs que ni siquiera los ponen en la lista de links; y como la publicación de sus fotos es el menor problema, como quieren proteger la estructura, las ideas, el manejo de la información, cuentan "hace poco hubo quien dijo, somos mejores, y estaban utilizando nuestras mismas estrategias, nuestro tratamiento de la información,  hasta los concursos clonaron, y eso es peor que robarse fotos, porque se llevan tu creatividad, tu esencia".

Pensé que la entrega de boletos sería cinco minutos, hola como estas, ya váyanse. Todo fue muy diferente.

Por fin llego el día del concierto, 12 de enero, y mi esposo volvió a sorprenderme llegando temprano, nos hizo ir a las 8:30, media hora antes del concierto, todo un record.

Esa llegada temprano le valió. Nos toco ver llegar a Pedro Frugone, y él también resulto una sorpresa para mi. En casa oigo hablar de él todos los días, Fernando colecciona fotos y discos, pero nada me preparo para lo que vi, esperaba a un star de satín y lentejuela y vi a un hombre común y corriente de jeans y camiseta, muy carismático, muy bien parecido; pero hello, común y corriente. El entro por la puerta como cualquier gente.

Estaba esperando al guitarrista temperamental que cuando algo no le gusta lo dice, al rockero extravagante que se para los pelos en puntas, al que le vale la opinión de los demás, y todas esas cosas que había leído. En vez de eso me encontré con alguien que se ríe de las boberías de la gente, con una apariencia muy cuidada y que no aparenta para nada la edad que tiene.

Con él te tienes que dar el tiempo para observarlo, porque las impresiones que causa son fuertes y te puedes perder los detalles. Después de un tiempo te das cuenta de que si es un star, de ese tipo que se sabe ídolo, que se conserva ídolo, pero que ha encontrado la simpleza necesaria para convivir con la gente normal.

 La incógnita era si Pedro podría cantar. Una cosa es verse bien, extremadamente bien, como se puede ser tan delgado a los casi 40 años de edad. Y otra cosa es cantar bien. El estuvo hablando un buen rato con la gente pero su voz no me ayudo a prever como se escucharía cantando. Fernando me había comisionado para que prestara atención a todos los detalles, pero me era difícil imaginar cantando a alguien con esa voz tan delgada, como explicar, en opera dirían que es un tono medio con matices agudos.

La sala del concierto era un sitio cómodo, elegante para un concierto, con 120 butacas, todas muy pegadas. Un sitio chico, el escenario no media más de 4 metros. Había muchos reflectores de luz, una iluminación perfecta,  y una pantalla de video.  Hubo 4 músicos invitados, teclados, batería, bajo y guitarra; bien por la participación femenina porque la guitarra y la batería la tocaban mujeres, la chica de la guitarra también hacia coros. Bastante equipo y una computadora donde estaban las bases rítmicas. Mucha producción.

Teníamos un buen lugar, segunda fila, justo enfrente de él. El lugar estaba lleno. La gente estaba ansiosa.

Pedro entro, estaba muy nervioso, saludo a la gente, dio las gracias por estar ahí, dijo que estábamos acompañándolo en su primera vez, y recibió la replica, demasiado entusiasta para mi gusto,  al publico le gusto eso de participar en experiencias grupales. Se sentó, tomo su guitarra y empezó a tocar algo que después me entere que era como un compilado de las canciones que iba a tocar completas después.

Pensé "mi Dios a dónde me han traído, van a empezar a salir los tomates y las lechugas", y es que solo se escuchaba un zumbido. El sonido estaba muy sobrepasado, muy alto para un lugar tan pequeño, casi oías como rebotaban las ondas sobre las paredes.  Vi una incógnita en la cara de la gente, pero todo mundo se quedo sentado esperando.

La primera canción se sintió muy larga. En la segunda canción se noto que el aparato que se ponen en  el oído para escucharse no estaba funcionando, y que Pedro hacia esfuerzos para escucharse en medio de todo. Para la tercera canción  el sonido mejoro un poco, ya se notaba algo de la música, la voz se escuchaba por ratos, y crease o no, la gente estaba feliz aplaudiendo. Me preguntaba como era posible eso si no alcanzabas a distinguir un párrafo completo de la letra. Después leí notas que decían que desafinaba. Estando ahí no note si desafinaba o no,  la voz se oía de fondo, no en primer plano.

Puedo decir que su voz es una incógnita, si tengo oportunidad, me gustaría ir de nuevo a un concierto suyo para despejarla. De repente se oían cosas buenas, pero había mucho ruido como para poder concluir algo.

La música es muy buena, de repente medio soul, a veces electro pop. Tiene algo, ese día no se escuchaba bien, y los pies no dejaban de moverse en el asiento, te engancha el ritmo, de repente estas tarareando sin tener idea de porque.

Lo curioso  es que se podría decir que esa presentación era un fracaso a nivel técnico, pero a nivel de la gente el ambiente era muy bueno, a medida que transcurría el tiempo Pedro se soltaba más, interaccionaba más, se jalaba a la gente, y el publico termino muy contento.

Como no se escuchaba mucho, estuve observando a Pedro. Tiene madera para frontman, sus movimientos son todos espaciados y plásticos, se mueve como si estuviera en el agua; le hace falta dominio del escenario y de repente se le sale lo rockero medio salvaje; pero bueno como el dijo, era su primera vez. 

El sonido y  las tablas tienen un remedio, tocar, tocar y tocar lo más posible. 

Fueron 6 canciones, todas nuevas, nada de un cover, o un bolero que pudiera prolongar el concierto; 35 minutos y todo había acabado.  Es de agradecer que quiera usar solo sus propias composiciones, pero cuando el sonido funcione ese va a ser muy poquito tiempo.

Cuando las luces se encendieron y la gente comenzó a pararse, le pregunte a Fernando ¿Qué te pareció el concierto? Con una sonrisa enorme contesto ¿Qué hubo concierto?  Pensé "esta decepcionado", pero no, empezó a parlotear como chiquito, "viste, valió la pena venir, yo creí que iba a ser peor, que iba a tartamudear enfrente del publico y solo le fallo el sonido, pero viste  se paro frente a la gente él que nunca hablaba, y tuvo los pantalones de no salirse cuando las cosas estuvieron mal, fue mejor así porque no siempre va a tener todo perfecto, y pudo manejar al publico. Grande rucio"

Hombres quien los entiende. 

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